El Zen
Stretching se basa en los principios manejados por la Medicina
Tradicional China y es creado por Shizuto Masunaga como una forma de automasaje.
Comprende un conjunto de ejercicios realizados con el cuerpo basados en
estiramientos que permiten desbloquear la energía que circula
por los meridianos o canales energéticos, con el fin de que ésta fluya
libremente mejorando la calidad de vida y la salud de las personas que los
practican. Adopta del Zen el estado de presencia, el
permanecer aquí y ahora en lo que estemos haciendo, la escucha de nuestro
cuerpo, el mantener las posturas y dejar nuestros pensamientos pasar. Los
ejercicios son realizados siguiendo el ritmo de nuestra respiración y
respetando nuestros propios límites, conectando nuestro cuerpo y espíritu en
una danza
armoniosa.
Los
ejercicios se realizan con ropa cómoda y sin calzado sobre una colchoneta. Para
ayudar en la relajación la clase es acompañada por una suave música de fondo.
La duración es de 60 minutos. No
hay edades contraindicadas, lo pueden practicar niños, adolecentes, adultos y
adultos mayores.
Los grupos de niños se dividen por edades: 2 y 3 años
acompañados por sus padres, de 4 a 6 años, de 7 a 9 años, y de 10 a 12 años.
Las clases son de 30 minutos, excepto el grupo de 10 a 12 años que dura 45
minutos.
La dinámica de la clase para niños es diferente que la de los adultos
si bien los ejercicios son los mismos. Para transformar la clase en un juego
que es lo que más le gusta a los niños, vamos a ver que cada postura tiene la forma
de una letra del abecedario, y desde ahí dejamos volar nuestra imaginación
formando palabras, descubriendo letras....
Es sin dudas positivo para todas las personas,
tanto para aquellas que desean preservar su estado actual de salud como para
quienes están padeciendo alguna dolencia o problema específico. Es importante aclarar
que en el Zen Stretching no hablamos de curación de un síntoma o enfermedad,
sino de estimular los mecanismos de autocuración
de nuestro organismo para que éstos se pongan en marcha.
El Concurrir a clases regularmente mejora el tono cutáneo, la
flexibilidad muscular y el sistema nervioso, favorece la claridad
mental y la concentración, fortalece los ligamentos, estimula los sistemas
digestivo, respiratorio y linfático, alivia los problemas menstruales, entre
otros beneficios.
La práctica de estos ejercicios también es muy efectiva para aliviar
lesiones deportivas, calmar todo tipo de dolores de espalda o de cabeza,
lumbalgias, ciatalgias, contracturas, cuadros de estrés e insomnio. Tiene un
efecto sedativo sobre el sistema nervioso y el organismo en general. Ayuda a
crear conciencia del propio cuerpo y a mejorar la postura, previene la aparición de enfermedades
comunes y modifica estados de depresión o cansancio crónico.
Puede ser utilizado también por quienes necesiten equilibrar su energía,
estén pasando por un momento significativo o importante en sus vidas, o deseen
alejar las tensiones cotidianas que traen aparejada una sobrecarga emocional
que repercute en todo el organismo.
El Zen Stretching ayuda a mantener una mejor salud general y nos
estimula a prestar mayor atención a lo
que el cuerpo nos dice. Al incrementar la conciencia acerca de lo que esta
pasando en el plano físico, resulta también más sencillo ver que nos hace bien
y que nos perjudica en otros planos de la vida, ayudándonos así a comprender y
tomar entonces decisiones más beneficiosas para la salud y para la actividad
diaria.